Esta es la conclusión extraída por los investigadores del Instituto de Investigación de Drogas de Lovaina de la Universidad de Lovaina, en colaboración con investigadores de la Universidad de Wageningen y la Universidad de Helsinki, en la revista Nature Medicine.
Sus resultados ayudan a allanar el camino para tratamientos contra la diabetes y la obesidad, y también contra las enfermedades cardiovasculares y la gastroenteritis.
En experimentos con ratones obesos, los grupos de investigación dirigidos por Lovaina Patrice Cani y los grupos de Wageningen y Helsinki dirigidos por M. Willem De Vos fueron capaces de detener la progresión de la obesidad y la diabetes tipo 2 en ratones.
Con este fin, a los ratones se les dio un tratamiento especial con la bacteria intestinal Akkermansia muciniphila descubierta en Wageningen.
El grupo Lovaina estableció que la forma de vida de Akkermansia reduce los efectos de la obesidad y la diabetes.
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Conjuntamente los equipos fueron capaces de establecer que, incluso después de la pasteurización, con un calentamiento por encima de 70 grados centígrados, la Akkermansia todavía frena el avance de las enfermedades en los ratones.
La pasteurización se realizó en un intento de hacer que la bacteria estuviera inactiva, pero sin destruirla o sus características. Sin embargo, en su estado inactivo la bacteria continúo combatiendo eficazmente las enfermedades.
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«Esta fue una completa sorpresa«, dice Willem de Vos. «Aún más sorprendente era el hecho de que la bacteria fue parcialmente más activa después de la pasteurización, no sólo ayudó a la reducción de la obesidad y la diabetes, sino también en la prevención de estas enfermedades, evitando que se desarrollen en el primer lugar«.
La obesidad y la diabetes
La efectividad de Akkermansia deriva principalmente de su efecto inhibidor sobre la inflamación intestinal, como la colitis o síndrome de intestino irritable crónico.
La bacteria intestinal se está probando actualmente en Bruselas para demostrar su aplicabilidad en los pacientes que sufren de obesidad y diabetes. Los resultados todavía se esperan, pero el primer ensayo clínico sobre la seguridad de la administración de la bacteria intestinal en forma inactivada es positivo.
El equipo descubrió que el efecto inesperado de la bacteria Akkermansia pasteurizada se debe a una proteína en la membrana externa de la bacteria, que fue investigada en el equipo Wageningen por la Dra. Noora Ottman y la Dra. Clara Belzer.
Esta proteína, Amuc_1100, se mantuvo funcional después del calentamiento. La pasteurización inactivó la bacteria como un todo, pero no a la proteína de membrana funcional que resulta ser responsable del efecto beneficioso en ratones.
El aislamiento de esta proteína hace que sea posible el desarrollo de un medicamento en forma concentrada, que también podría ser utilizado en terapias contra la inflamación intestinal como resultado de estrés, alcoholismo, enfermedad hepática y el cáncer.
Los investigadores han solicitado una serie de patentes sobre sus conclusiones. Además, una empresa spin-off está siendo desarrollada para aumentar la producción tanto de la bacteria Akkermansia y la proteína.
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