Los pacientes en el grupo de estudio que participaron en el ejercicio aeróbico, se benefició por la mejora de sus controles metabólicos y la reducción de sus requerimientos de insulina en comparación con aquellos que no hacían ejercicio.
También fueron testigos de una reducción en el número de eventos hiperglucémicos que experimentaron.
El estudio clínico, que se centró en pacientes con diabetes tipo 1 de mediana edad, con un tratamiento consistente en la administración de insulina mediante bombas de insulina, estuvo destinado a recoger datos sobre la actividad metabólica y los parámetros inflamatorios y autoinmunes de los pacientes.
Después de haber llevado a cabo estudios similares previamente con animales modelados con diabetes tipo 1, los investigadores plantearon la hipótesis de que la actividad aeróbica, podría también ayudar a regular positivamente la autoinmunidad y ayudar a prevenir complicaciones relacionadas con la diabetes en los seres humanos.
El co-autor del estudio, el doctor Livio Luzi dijo, «hemos encontrado que la actividad física puede mejorar el control glucémico en pacientes con diabetes tipo 1. Nuestros resultados sugieren que un programa educativo dirigido a los pacientes con éste tipo de diabetes, consistente en una correcta monitorización de las inyecciones de insulina, la dieta y el ejercicio, es muy ventajoso para la gestión de la diabetes tipo 1”.
Según los investigadores, los pacientes en el grupo de ejercicio del estudio parecían tener un comportamiento más responsable en el control de sus niveles de glucosa en comparación con los pacientes del estudio que no hacían ejercicio y eran sedentarios.
Llegaron a la conclusión de que se requiere llevar a cabo nuevos estudios con grupos más grandes de participantes, pero los resultados con un pequeño número de pacientes se debe considerar predictores primarios de mejoras metabólicos inducidos por el ejercicio en pacientes con diabetes tipo 1.
«El presente estudio proporciona datos fisiológicos que demuestran que el ejercicio es un factor importante en la mejora y la gestión de la diabetes tipo 1«, dijo Rodolfo Alejandro, otro de los investigadores participantes en el estudio.
«Con el aumento de la frecuencia de la diabetes, incluyendo un programa de ejercicios como parte del tratamiento es muy recomendable y, cuando se combina la terapia con insulina, puede dar mejores resultados para los pacientes. Los estudios futuros deben explorar mecanismos de acción relacionados con la inmunomodulación mediada por el ejercicio con una muestra más amplia de la población«, agregó.
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